«Considero que mi profesión es como la de un artista»


–¿Cómo pasó de ser tonelero a ser venenciador?

–La primera imagen que tengo del venenciador fue la de Agustín Coro, el venenciador de las bodegas Sánchez Romate. Me llamó mucho la atención en un evento en el que le vi venenciar. Mi sueldo era de aprendiz y vi en la venencia la opción de buscarme algo extra. Tanto me cautivó que decidí vivir de ello a tiempo completo.